Aquellos que dicen que algo no puede hacerse suelen ser interrumpidos por otros que lo están haciendo... Joel A. Barker
Este blog es el órgano de difusión de las actividades desarrolladas por los agentes dinamizadores, así como de la visión que estos pudieran tener de la experiencia que supone serlo. En este último sentido, cualquier opinión expresada se hace a título exclusivamente personal y, por lo tanto, tan solo representa a quien la expresa.

lunes, 29 de julio de 2013

El Sentimiento Heredado.

Es poco posible que alguien pueda ocultar su estado de satisfacción cuando se logra alcanzar alguna causa que siempre has considerado, cuanto menos, de uso básico y normal para el entorno más cercano que te encuentras dentro de tu círculo social. Así es, mi cara transmitía la satisfacción de saber que en breve, podríamos disfrutar en nuestra empresa de un pequeño rincón que, sin lugar a dudas, podríamos llamarlo “nuestra biblioteca”; la de todos. Y así debemos considerarla, puesto que ningún libro ha sido adquirido mediante compra. Todos han sido donados por compañeros que han visto la posibilidad de aportar, de esta manera, su gran grano de arena a esta causa. Todos tenemos que considerar esta biblioteca como propia. Y así debemos de respetarla y cuidarla. Y, ante todo, disfrutarla.


Ya me imagino entrar de la mano con mi nene a esa sala y comentarle que lo que está viendo es propiedad de todos los trabajadores de la empresa y de sus familiares. Me imagino que él no sabrá lo que significa entender que hemos conseguido tener ese pequeño espacio para que él pueda entrar y elegir un libro para llevárselo a casa. No sabe la satisfacción que es que él entre con normalidad a esas instalaciones y disfrute de ese momento conmigo. En ese momento retrocederé unos treinta años y me veré cogido de la mano de mi padre entrando en la fábrica donde trabajaba y pisar la biblioteca que habían conseguido. Me acuerdo la cara de satisfacción que tenía. Me imagino que tendré la misma que él. Seguro que tendré los mismos sentimientos. Tengo claro que, en la distancia temporal y espacial, estos sentimientos serán heredados. Este pequeño logro es para que lo podamos disfrutar y compartir con los nuestros.

En verdad que nunca he sido de entrar en bibliotecas. Últimamente las veces que entro es para que mi nene adquiera el hábito de ver libros y de lectura. Que sepa el mundo que habita en las salas con libros. Que entienda la cantidad de conocimientos, historias, experiencias y sentimientos que pueden recorrer por sus pasillos. Es una buena base que comprendo que debe tener. Es necesario que sepa que existen muchísimas variantes dentro del ocio y que esta es una de ellas. Diferente será si la acepta como vía de entretenimiento o no. Y digo que no soy de bibliotecas porque me gusta estrenar los libros. Necesito saber que seré el primero en leer y comprender la historia. Que nadie antes que yo sea el que abra por primera vez esas páginas y que no sienta cómo alguien anteriormente ha leído esa historia. Quiero ser egoístamente el primero en sentirlo. Por eso me gusta pasear más por librerías que por bibliotecas.

Sin embargo comprendo que me pierdo una esencia importante al no contemplar la necesidad de tener en mis manos un libro ya leído por otras personas. Comprendo que cuando tienes una novela, sientes al autor como ente cercana, quieres entenderlo y necesitas saber que es cercano a ti. Quieres creer que ese libro lo ha escrito sólo para ti y que no hay nadie más que pueda comprender el estado con el que se encontraba el escritor en el momento de plasmar esos textos. Por otra parte, te sumerges en la historia y la haces tuya. Sientes las páginas como una cuestión verdadera y real; te animas, te entristeces, te ríes y lloras según te dicta el libro. Quieres hacerlo así y no te molesta en absoluto que tu alma esté marionetizada por estos motivos. En ese momento eres tú y tu libro. Nadie más. Por eso comprendo que, al no querer leer un libro usado, me pierdo la experiencia que ha tenido el otro lector. No tengo ese sentimiento compartido con un anterior usuario. No puedo absorber el sentimiento que le ha podido provocar.


Pero no quiero que este sentimiento egoísta lo copie mi nene. Así que lo llevaré a nuestra biblioteca a que pueda disfrutar de todos los sentimientos que pueden atraer un libro. Espero que sepa apreciar y respetar el alma del escritor, que entienda la historia y que conozca el sentimiento del anterior lector. Pero sobre todo, espero que recuerde, comprenda y entienda mi cara y mi mirada de satisfacción en el momento que lo lleve a nuestra biblioteca. Eso es lo que espero. 

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